Clon

Jueves

Hablamos y reímos envueltos en una nube de tabaco y alcohol. Un pequeño grupo de personas rodeado de otros tantos similares al nuestro, todos con ese aire de las seis de la mañana, cuando todos esos esfuerzos hechos horas atrás para salir guapos de fiesta se han ido al carajo, rímel corrido, pintalabios ausente, caras levemente demacradas, pelo ligeramente revuelto.
En medio de una anécdota que alguien cuenta, no puedo evitar mirar fijamente a un chico. Me recuerda a alguien, pero no ubico su rostro. Le doy vueltas durante un par de minutos y por fin caigo. Se lo comento a mis amigos.
-Ese tio es clavado al presentador del programa ese de los viernes.
Automáticamente todo el mundo se gira en esa dirección.
-Sí, sí, es verdad, es igualito.
Al cabo de una hora todo el local está informado y no hay nadie que no le haya dedicado una o varias miradas al pobre chico, que empieza a darse cuenta y no sabe dónde meterse. Al final se va, no sé si agobiado por la situación o porque ya es una hora más que conveniente para ir a dormir.

Viernes

Me revuelvo en la silla, intentando mantenerme despierta. Hay poco trabajo y mucha tentación de cerrar los ojos y echar una cabezadita. Me asomo a la puerta de la calle para que me de el aire y me fijo en una mujer que camina hacia aquí. Mi madre. Con su abrigo negro, sus gafas de sol, su inconfundible pelo de tono rojizo. La espero apoyada en el marco de la puerta, con una media sonrisa que se desvanece paulatinamente cuando me doy cuenta de que pasa de largo sin ni siquiera saludarme. Es entonces cuando me fijo en que no es ella.

Sábado

Mismo local que el jueves. Es muy tarde, las luces están encendidas, la música apagada, fuera brilla el sol y yo empiezo a darme cuenta de que tengo que entrar a trabajar en una hora. Busco mi chaqueta, tarea que lleva unos minutos. Cuando la encuentro me dirijo a la salida, donde una chica que es la viva imagen de una famosa cantante pop habla con un chico.
No me detengo a mirarla más y huyo rumbo a mi cama, preguntándome si lo ocurrido estos días se debe al alcohol, la fiebre, los antibióticos o la falta de sueño. O a una interesante mezcla de todo ello.
De cualquier manera, necesito descansar.

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