Guerra de trincheras

La guerra comenzó hace tres días.

En la calle un camión descarga su mercancía. El ruido que hace es infernal y me despierta dos horas antes de lo previsto. Cuando termina estoy más que desvelada, así que decido levantarme y hacer algo productivo. Mientras me cepillo los dientes detecto cierto movimiento en la bañera por el rabillo del ojo y me giro hacía ahí justo a tiempo para ver una araña de tamaño considerable paseándose a sus anchas por la superficie blanca. Instintivamente me acerco para acabar con ella, pero consigue esconderse a tiempo en la apertura de la parte superior de la bañera, esa ideada para que no se te inunde la casa si te dejas el grifo abierto con el tapón puesto. Me quedo mirando el agujero con cara de idiota antes de lanzar un ataque de agua a presión. Doy el asunto por zanjado y me ducho más rápido que nunca.

Al día siguiente la araña ha vuelto a abandonar su parapeto y se repite la misma operación. Comienzo a plantearme invocar el espíritu de George Patton para que me eche un cable.

El tercer día estoy preparada. Entro en el cuarto de baño sin encender la luz y me muevo sigilosa entre las sombras, tan despacio como me es posible. Mi enemiga no se percata de mi presencia y se pasea arriba y abajo alegremente, sin sospechar que está siendo amenazada. Con un rápido movimiento me hago con la alcachofa de la ducha, abro el grifo y lanzo una carga de agua a discreción. La araña lucha por huir a su trinchera, pero ya es tarde para ella y termina por ahogarse y salir disparada por el desagüe. Yo, mentalmente, clavo mi bandera en la tierra reconquistada.

6 comentarios:

  1. ¿Eso se considera allanamiento de morada? ¿Por eso acabasye con ella?

    Bien, ya sé que hacer con mi suegra.

    ResponderEliminar
  2. Bienn, espero, no haya reproducido, bss

    ResponderEliminar
  3. No sabes cuánto odio a las arañas.
    No es que me hayan hecho nada, es por ser como son.

    No podría compartir bañera con un bicho de esos... :S



    besos ;D

    ResponderEliminar
  4. Has ganado una batalla, pero no la guerra

    saludosss

    ResponderEliminar
  5. sólo cuatro palabras: El increíble hombre menguante.

    No te las a olvidar.

    Saludos, reviso.

    ResponderEliminar

 
Tinta Invisible Blog Design by Ipietoon