Junio

El mes de junio siempre causa el mismo efecto en mí. Algo así como la cuenta atrás en números rojos y brillantes de un dispositivo explosivo. Es la época de los exámenes, de las despedidas, de dejar mi casa y volver a la de mis padres durante unos meses, de cambiar una rutina pobre y mediocre por otra aún más pobre y mediocre, si es que eso es posible, de despedirme de ir a mi bola para pasar a ser objeto de tediosos interrogatorios. Y un largo etcétera.

Juraría que en esta época los días son más cortos, una media de quince horas, diría yo. Todo se acelera y los días se suceden con tal velocidad que apenas dan tiempo a nada.

Este mes de junio no iba a ser menos, aunque me he propuesto alargarlo por lo menos hasta primeros de julio, de algún sitio habrá que sacar esas horas que alguien se ha llevado. Pero da lo mismo, más tarde o más temprano, mi exilio me espera. Qué le vamos a hacer.

Sin embargo, puedo adelantar que es probable que este sea el último mes de junio con las características anteriormente mencionadas. El año que viene (y para mí, como podrán adivinar, los años empiezan en septiembre) me esperan muchos cambios, para bien, espero. Y uno de ellos es que... Bueno, mejor no desvelar los detalles, no sea que a mi mala suerte habitual (mi vecino de enfrente debe ser tuerto) se sume el gafe por contar las cosas antes de tiempo.

4 comentarios:

  1. Será el último septiembre de esa guisa, me recuerdan a los míos cuando era estudiante, es verdad, ahora junio es un tunel por el que ver la luz de agosto, pero es verdad que se aprovecha mucho madrid en junio, ya huele a verano., bss

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  2. Ah, los tediosos interrogatorios en casa de los padres, ¡todo un clásico!

    Quedo a la espera de noticias sobre esas novedades. Y que se cumplan para bien, nada de malas suertes :D


    besos

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  3. Muy buena suerte! Y mantennos informados!

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