Reapariciones estelares

No tengo del todo claro qué o quién rige este universo en el que pasamos los días.

Suele gustarme la idea del karma, aunque de vez en cuando imagino a una especie de Dios que juega con nosotros a su antojo, por diversión, poniéndonos la zancadilla unas veces y dándonos empujoncitos otras. Y, por supuesto, riéndose cada vez que nos juga una de las suyas, viendo cómo tratamos de salir de ellas.

Hoy me ha dado por creer en esta segunda teoría, tras darme cuenta de que en el transcurso de una semana han reaparecido en mi vida tres personas a las que daba por perdidas, con sus correspondientes golpes a la tranquilidad de mi existencia.

La reaparición de una de ellas ha conseguido incluso quitarme el sueño, hacer que me replantee ciertos aspectos de mi vida, trastocar mi rutina diaria. Y todo esto tras dos años de completa ausencia.

Y es por eso que no puedo evitar pensar en ese Dios jugador y cabrón, que debe estar partiéndose el culo tras haber provocado ese encuentro disfrazado de acontecimiento casual, tirado en el sofá y comiendo palomitas, esperando a ver cómo salgo de esta comedia de enredo que ha montado sólo para mí.

Espero que al menos se esté divirtiendo.

4 comentarios:

  1. Uhhhh..... ese tipo de encuentros, y ese tipo de preguntas que derivan de ese tipo de encuentros... cuántas noches y días pensando... y uno que tira pa adelante apostando a que si se dio la "casualidad" del encuentro es por algo, no? Somos un cliché... no aprendemos más..

    en fin.. quiero saber como sigue la cosa : )

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  2. Nos ha puesto a jugar, pero jugamos fatal, que la liamos día sí , día también. bs

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  3. Creo que actor y espectador coinciden en estos casos: se trata de ti misma.
    ¿Quién si no puede decidir sobre tu futuro? Nadie más tiene la última palabra.


    besos

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  4. Las viejas glorias nunca son buenas en el presente. Ese es un de mis lemas de vida.
    Suerte!

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