English spoken

La pantalla de mi móvil anuncia: La alarma ha dejado de sonar después de diez minutos. Lo leo una vez, sin inmutarme. Lo leo una segunda vez y salto de la cama como alma que lleva el diablo. Me visto a toda prisa, con la misma ropa que llevaba el día anterior y voy a la tienda, donde seguramente mi madre me espera enfadada por llegar dos horas tarde.
Pero la suerte está de mi lado y se lo toma con humor, me pregunta si lo he pasado bien y se marcha sin más.

Tengo varias cosas por hacer, pero rápidamente decido que pueden esperar a la tarde o, aún mejor, al día siguiente y me siento fuera para terminarme el café que me ha dado tiempo de prepararme mientras me calzaba las zapatillas.

Cuando saludo a mis amigas a través de un mensaje, el móvil se vuelve loco, las anécdotas de la noche anterior vuelan de un teléfono a otro, a cual mejor. Retazos sueltos de la típica noche en la que el "nos tomamos una caña y a dormir, que mañana trabajo" se convierte en "bueno, otra, pero es la última" y más tarde en "¿qué ha pasado con todo mi dinero?".

Todas coincidimos en nuestra asombrosa habilidad para hablar idiomas cuando hemos bebido. Yo misma pasé la noche hablando en inglés chapucero con un chico noruego que insistía en que lo hablaba muy bien (lo que hacen algunos por intentar llevarte a la cama). Una de mis amigas hizo lo propio con un chico francés que, según me enteré más tarde, estuvo enseñándole algunas frases francesas insinuantes (más de lo mismo).

La conversación sobre nuestro don de lenguas recientemente descubierto da mucho de sí, pero llega el momento crucial, todas hacen la misma pregunta casi al mismo tiempo: Pero al final con noruego... ¿qué?.

Pues al final con el noruego nada, pienso mientras me acabo el café. Porque no me apetecía, pese a que estaba muy bueno. Porque me daba pereza, pese a que llevo un tiempo importante a pan y agua. Porque quizás me hago mayor y hay cosas que ya no me interesan. Porque puede que lo que me apetezca ahora es salir con mis amigas, reirme de todo y de todos, incluso de mí misma, y volver a casa sola cuando ya es de día.

1 comentarios:

  1. Loquillo, Mark Knopfler y tu tinta invisible... me gustan!!!! SaluZ, besos y abraZos.

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