Martes de melodrama


Estoy hecha un ovillo en mi sofá verde, con las cortinas cerradas y mirando fijamente la televisión apagada, viéndome reflejada en la pantalla negra. El maestro Morricone suena desde el portátil.

Apago el enésimo cigarrillo del día, termino mi vaso de leche.

Estoy cansada, muy cansada. Llevo unas siete horas estudiando, tras seis de clase, y ahora sólo me apetece estar así, quieta, escuchando, intentando no pensar en nada.

Pero, inevitablemente, pienso. 

Y tras mucho pensar y evitar pensar y volver a pensar y agitar la cabeza y cerrar los ojos y tratar de quitarle de mi cabeza, vuelvo a mirarme. Esta vez no miro mi reflejo en la televisión, me miro desde fuera, concretamente desde el balcón, por la estrecha rendija que queda abierta entre las cortinas.

Y, no lo puedo evitar, me da la risa. Me veo transformada en un tópico, tan melancólica, tan melodramática. Sólo me falta una copa con los restos de un tercer gintonic. 

No puedo seguir por este camino, sé muy bien dónde acaba. Así que me levanto, quito la música, apago el portátil y me permito un último momento afectado y teatral antes de meterme en la cama, pensando, como si fuera Escarlata O’Hara:

Después de todo, mañana será otro día.


2 comentarios:

  1. Cada mañana puedes dejar de fumar para siempre.
    De lo contrario disminuyes tu salud y estabilidad nerviosa y emocional.
    Se entiende con claridad que cuando dices estar cansada, no hay tal, sino que estás muy fumada, y es lo que a tu edad percibes como cansancio.
    Regenera tu vida, elimina de tu psique el fantasma del cáncer y aumenta tu salud,energía y apariencia.
    Tu propia vida lo apreciará.
    La calma que da el cigarillo es un engaño, te será otorgada una mejor calidad de bienestar a través de respirar aire limpio que te aporte una optima oxigenación.
    Sé que no lo ves hoy con claridad, pero si dejas de fumar para siempre contarás con las fuerzas para lograr lo que quieras.

    ResponderEliminar
  2. No suelo responder a los comentarios (la verdad es que no sé por qué no lo hago), pero a este tengo que contestar.

    Casualmente he dejado de fumar. Sí, lo dejé ayer, a estas horas llevo exactamente 31 horas sin dar una calada. No obstante, gracias por el consejo.

    (Ah, y sí, estaba cansada, no fumada.)

    ResponderEliminar

 
Tinta Invisible Blog Design by Ipietoon