La fama

Te encanta el drama. Te encanta discutir. Todo lo que hago te molesta. 

Hasta hace relativamente poco, solía callarme cuando estaba enfadada con alguien. Me tragaba la ofensa y contenía mis réplicas. No voy a entrar a analizar eso, la cuestión es que ahora ya no lo hago. No puedo callarme si alguien me hace algo que me sienta mal. Sé por experiencia que al hacer eso sólo consigues que un montón de pequeñas cosas terminen convirtiéndose en una bomba nuclear que estalla cuando menos te lo esperas.

Bien, gracias a esto, hay quien se refiere a mí con palabras como las que encabezan este post. Es cierto, hemos discutido mucho, muchísimo. Casi siempre por lo mismo:

Siento que no me prestas atención. Siento que no te importo. Siento que te aburro. Siento que no me quieres.

Y tras habérmelo negado sistemáticamente y haber sido acusada de que me encanta discutir cada dos por tres, poco menos que como hobby, pude constatar que esas negativas en realidad escondían importantes síes. 

Ese tema ya se habló, se zanjó y la vida siguió. Pero la fama pervive. Pese a, en su día, haber demostrado tener razones más que sólidas para protestar, sigo siendo la chica que quiere hacer de su vida un drama, buscando motivos donde no los hay, lo que sea para poder armar un buen jaleo. 

Y yo me quedo sin voz, tratando de explicar una y otra vez lo mismo, sin conseguir comprensión. No me gusta discutir, no me gusta alterarme y no me gusta el drama. 

Sin embargo, sí me gusta ser tratada con respeto. Me gusta que se me tenga en cuenta. Y me gusta que las palabras se transformen en hechos.

Si he de protestar porque no soy tratada como creo que merezco, lo haré, no estoy dispuesta a callarme. Si lo hago, si me trago lo que siento, lo único que conseguiré es que los comportamientos que me dañan se repitan una y otra vez, puesto que es posible que la otra persona ni siquiera repare en ello.

Lo escribí hace tiempo y lo repito ahora, no quiero volver a sentirme pequeña ni insignificante, carente de derechos y voz propia. Y si eso resulta desquiciante o agotador... Bueno, ahí está la puerta. Cierren al salir.


0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Tinta Invisible Blog Design by Ipietoon