Peter Pan

En el transcurso del último año y medio, dos de mis amigas se han casado, otra se ha comprometido, otras dos se han hipotecado con sus respectivos novios y otras dos se han quedado embarazadas (una de ellas por segunda vez).

Así, a lo loco.

Acaba de llegarme la noticia de uno de los citados embarazos y no puedo evitar hacerme una gran pregunta: ¿Y yo?

Y me doy cuenta de que puedo enfrentarme a ella de dos maneras. La primera, la derrotista, la de, simplemente: Yo no tengo nada.

O la segunda, que es en realidad como me siento, mucho más optimista:

Yo, a mis 28 años estoy soltera. Soy plenamente libre para hacer lo que me plazca, pues no tengo novio, marido, hijo o hipoteca que me aten. Puedo permitirme el lujo de seguir estudiando a mi edad, gracias a la lotería que significa haber nacido en la familia adecuada. Me encuentro en un gran momento en el que siento que el mundo entero está allí para mí, no hay nada decidido, no tengo planes a largo plazo. 

Me siento joven y viva. Crezco día a día y no me siento menos afortunada por el simple hecho de no tener pareja o hijos. Porque he comprendido que mi felicidad depende de mí, no de con quien esté.

Estoy convencida de que hay mucha gente de mi entorno que piensa que ya tengo edad para sentar la cabeza, que ya no tengo dieciocho años y todas esas cosas que dice la gente que diseña su vida sobre una plantilla prediseñada. Y no me cierro, tal vez lo haga algún día, cuando llegue el momento. Pero puesto que ese día no ha llegado, no pienso deprimirme por este motivo. Todo lo contrario, prefiero agradecer lo que tengo, que es mucho, y disfrutarlo tanto como pueda.

Me quedo en el País de Nunca Jamás.

2 comentarios:

  1. Uno de los aspectos que deploro del gregarismo humano es esa especie de presión social determinista que lleva a imitar todo lo que hagan los demás, en un intento de evitar la incomodidad de parecer un marginal. Hasta los marginales se acaban copiando para no dejar de ser bichos gregarios.
    Qué difícil es saber compaginar la libertad y el individualismo con una vida en comunidad, donde te van a estar preguntando, día sí, día también: ¿y tú? ¿no te casas? ¿no tienes hijos? (y otras cosas por el estilo... y por otros estilos)
    Cuánto le cuesta a cada cual vivir su propia vida sin meter las narices en las vidas ajenas, ¿eh?
    ;)

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  2. Pues Nunca Jamas ha experimentado tal demanda últimamente que incluso ha sufrido su propio boom de la construcción. Si teinteresa aún queda alguna "casa/arbol" libre de la lacra de la especulación inmobiliaria.
    Lo que si que hay ahora es un ambientazo tremendo por las noches.

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