Pase lo que pase

Salgo a cenar con mis amigas, las del pueblo, las de toda la vida, para inaugurar la temporada turística y celebrar cosas varias. Somos seis, no estamos todas las que somos, pero sí somos todas las que estamos. Llevamos juntas desde que nacimos, todas criadas en este pueblo diminuto, es lo que suelo llamar una amistad por conveniencia geográfica. Somos tan diferentes que estoy segura de que si nos conociéramos ahora, jamás nos haríamos amigas.

Una de las marcas diferenciadoras son los estilos musicales y esta noche se hace más patente que nunca. Acudimos al pub local después de cenar, donde nos juntamos con el resto de trabajadores que ya rondan por el pueblo (los turistas no han debido llegar todavía). Como tenemos el bar para nosotros, el camarero acepta cualquier propuesta musical y aquello se convierte en un batiburrillo delirante.

Suena un chumba-chumba que soy incapaz de identificar. La que lo ha pedido, me dice:

-¿En serio no te gusta? Escucha, escucha, qué subidón.

Al momento, suena una bachata, más de lo mismo. La responsable hace la misma pregunta a las demás, sorprendida porque no estemos extasiadas como ella. Y así sigue la cosa hasta seis veces, suena Macaco, suena electro latino, suena Camela y suena AC/DC (sí, esa es la mía).

Todas nos reímos y bailamos y nos llevamos las manos a la cabeza porque nuestras respectivas canciones no han vuelto locas a las demás. Sé que en ese momento todas estamos pensando lo mismo, no podemos ser más diferentes. No es sólo la música, es absolutamente todo.

Y sin embargo aquí estamos. A lo largo de los años hemos tenido muchas diferencias, hemos discutido, hemos dejado de hablarnos y hemos vuelto a hacerlo. Es más, este mismo invierno tuvimos varios encontronazos, cosas que pasan. Pero también hemos tenido grandes momentos, que son los que decido conservar, de nada vale quedarse con lo malo.

Si no recuerdo mal, ya hace casi dos meses desde la última vez que salimos juntas, aunque parece que fue ayer mismo. Es lo grande de este tipo de amistades, pase lo que pase, son eternas.